lunes, febrero 07, 2005

Tudei 07/02/05

Bueno, pues como ya me había estado pasando desde varios días antes y sólo hasta hoy mi novia sabia, he estado perdiendo realmente las ganas por estudiar, quiero hacer algo nuevo, quiero entretenerme en otras cosas, trabajar, estudiar mas fotografia, algo de pintura o ke se yo, pero dejar por un momento el "diseño gráfico" que de por si me siento fatal al sólo pisar algun aula o taller, hoy apenas me desperté a las 7 en punto y no fue por hueva que no llegué a las demás clases, no estube ni media hora en la escuela en la mañana, así que aproveché que los de la cuauhtemoc entraban hoy para ir a disque visitarlos, pues nos quedamos yo y mi novia hasta las 3.30 de la tarde...


Ya pss nos juimos pal centro el Vicho, mi preciosa y yo... y fuiimos a comer unas gorditas queretanas, que cuando llegamos no había luz y yo keria ir al baño, pss ya para cuando había llegado la luz fui y en lo que cierro la puerta se va de nuevo la luz y tuve que hacer ahi namas con el sonidito del chaskido le la pipi al agua del escusado (perdonen lo askeroso pero esa era la dificultad del asunto) y pues el piso estaba mojado pero yo recordaba que ya estaba mojado cuando yo entré, me lavé las manos y cuando regresó la luz medio le trapié pa que no dijeran que yo había mojado (y eso quien sabe). Para cuando salí del baño cuatro weyes medio se rieron de mi por que se imaginaron como le había hecho, y no los culpo. Por la noche se me revolvió la gordita en la pansa después de bajarme del camion, ya saben como salta akí el tranporte.
[psss, cuaaaaac, tic
pasón 1
psssspasón 2]

Continuando con la travesia, pasamos por el edificio Alba, en Albaro Obregon para saludar a mi cuate Iván Padilla. Tocamos miles de veces pero el wey no nos abría hasta que tumbamos la puerta, recuerdo que la señora de en frente salió a ver a quien le estaban robando, pero cuando vio que era sólo a Iván, cerró la puerta desinteresada. Iván leía su Abriendo Espacios (y no es publicidad ya que aun así ni les sirve) que había ido a exigirle al don Gabi la semana pasada, pero con los inches disc-man puestos.
—Eeh! Pendejo! —le grité mientras golpeaba su escritorio con el puño.
El wey se sobresaltó y arrancó el audifono izquierdo del cable y al mismo tiempo rompió a la mitad la revista.
—Bofo, wey, avisa cuando entres.
—Pues eso hice, imbecil, ya callate.
A continuación se quedo callado y miró al Vicho y a Emma a los ojos un momento, y dijo:
—Qué te trae por aquí, wey?
Que tranquilo pensé yo.
—Naaa, pss aquí pasando para visitarte —tomé asiento— Cómo vas con tus historias ficticias esas que según tu resuelves?
—Qué te pasa, pendejo. Eso es lo que hago y es real, que lo quiera relatar en cuentos ese es mi pedo.
—Y tambien que encuentres quien quiera publicarlos, jejeje.
Emma rió un poco, pero Vicente con su risa mamona ofendió a Iván mas que yo con mi comentario. El wey estaba rojisimo de verguernza.
—Bahh, viniste sólo a burlarte de mi?
—No, no sólo a eso. Quiero que ya me des la siguiente parte de tu cuento pal blog.
—Ahhh, simon, por akí lo tengo. —Abrió uno de los cajones de su escritorio buscando el texto— Qué pedo, si por aquí lo tenía.
En eso noté que Emma se movía mucho en su asiento y después se levantó para quitarse algo que tenía en el trasero (ese trasero que amo).
—Oh, mira —dije a Iván quien agachava su cuerpo y dejó ver la raya de sus nalgas y algunas manchas en sus pantalones— Es tu texto y un poco dobladito.
—No mames, tanto que cuido esas hojas —me arrebató el texto.
—Si, son las unicas hojas limpias que tienes aqui, no? —pausé un poco y luego dije— No sería raro verte escribiendo tus cuentos sobre las bolsas de papel de McDonalds para ahorrar, jajajaja. —Mis acompañantes rieron conmigo— Tienes suerte de que huelan a las nachas de mi novia y no a la grasa de las hamburguesas.

El wey del Iván terminó corriendonos de su despacho y yo terminé colocando la siguiente parte de su cuento en su blog...




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